La descoordinación del gobierno socialista provoca que España tenga hoy una posición débil y laxa ante el conflicto del Sahara: El gobierno debe aclarar si su posición es la que dice el ministro Jáuregui, la que dice la ministra Jiménez, o ni una ni la otra.
La política de comunicación socialista es aún peor después de la última crisis de gobierno: La versión del gobierno expuesta por Jáuregui en el Congreso fue desmentida unas horas después por Jiménez a 9.000 kilómetros de Madrid.
La improvisación del gobierno socialista deja a España sin voz ni posición oficial: La ministra de Exteriores sigue de reuniones con Evo Morales y Rafael Correa y el gobierno manda a Moratinos, que ya no tiene cargo oficial, a Argel.
Una vez más, la irresponsabilidad de Zapatero afecta a la imagen exterior de España y a nuestras relaciones internacionales: Zapatero decidió acabar con la posición de neutralidad activa que España tenía desde 1977 y que formaba parte de los consensos de la Transición. España es legalmente la potencia administradora del Sahara Occidental y el gobierno mira para otro lado ante las últimas acciones de Marruecos.
jueves, 11 de noviembre de 2010
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